El signo lingüístico no vincula un nombre con una cosa sino un concepto con una imagen
acústica Saussure consideraba que la lingüística del siglo XIX no se cuestionaba profundamente qué es el lenguaje ni como funciona, decidió entonces abocarse a la investigación de éste, por sí mismo.
En su Curso de Lingüística general Sausure propone dejar de lado el estudio del
lenguaje desde una perspectiva histórica (filología ) y analizarlo desde el
punto de vista estructural.
El enfoque de Saussure, sostiene que todas las palabras
tienen un componente material (una imagen acústica) al que denominó signficante
y un componente mental referida a la idea o concepto representada por el
significate al que denominó significado. Significante y significado conforman
un signo.
Significante y significado
La definición de signo lingüístico de Sausure incluye solo
dos componentes y no es más compleja que la empleada en la nomenclatura que él
mismo criticara debido a su simplismo. En efecto, admite la división del signo
en dos partes, ya que considera que la división propuesta por la nomenclatura
era atractiva, sin embargo, enfatizaba que debía evitarse sobresimplificar los
procesos involucrados en el lenguaje. Saussure, en su definición de signo,
reemplazará el vocablo nombre, utilizada en la conceptualización de
nomenclatura, por imagen acústica esto es, la imagen mental de un nombre, que
le permite al hablante decirlo, y luego reemplazará a la cosa por el concepto.
Es otras palabras, en su definición, une dos entidades que pertenecen al
lenguaje eliminando el plano de la realidad de los objetos, esto es, los
referentes sobre los cuales se emplea el lenguaje. Porque si tanto el
significado como el significante son entidades mentales, es evidente que su
marco teórico propone una ruptura entre el plano lingüístico y el plano del
mundo externo a la mente. Finalmente, esta definición de signo lingüístico se
completará cuando le da el nombre de significante a la imagen acústica y
significado al concepto mental con el que se corresponde dicha imagen acústica.
Cabe preguntarnos por qué Saussure eligió términos tan parecidos corriendo
riesgo de confusiones conceptuales, aparentemente, consideró que la mínima
diferencia formal entre ambos términos destacaría su contraste.
Principios de arbitrariedad y linealidad
El signo lingüístico es arbitrario en el sentido que la
conexión entre significante y significado no se basa en una relación causal. La
prueba de tal afirmación, reside en el hecho que las distintas lenguas
desarrollaron diferentes signos, esto es, diferentes vínculos entre
significantes y significados; de otra forma, sólo una lengua existiría en el
mundo. Ahora bien, aún aceptando la arbitrariedad del signo en lo que respecta
al vínculo entre significante y significado, es claro que esta conexión no es
arbitraria para quienes usan una misma lengua, porque si esto fuera así, los
significados no serían estables y desaparecería la posibilidad de comunicación.
El principio de arbitrariedad opera en forma conjunta con el segundo principio
de Saussure que afirma que el significante siempre es lineal. Lo que significa
que los sonidos de los cuales se componen los significantes, dependen de una
secuencia temporal. Saussure afirma que el funcionamiento del lenguaje depende
de la linealidad y que esto tiene importantes consecuencias dado que la
linealidad impide ver u oír varios significantes simultáneamente. Mientras que
la linealidad del significante es una cadena, la arbitrariedad que entre ambas
partes del signo es un vínculo único.
Inmutabilidad del signo
Al analizar el signo en relación a sus usuarios, Saussure
observa una paradoja: la lengua es libre de establecer un vínculo entre
cualquier sonido o secuencia de sonidos con cualquier idea, pero una vez
establecido este vínculo, ni el hablante individual ni toda la comunidad
lingüística es libre para deshacerlo. Tampoco es posible sustituir un signo por
otro. La lengua castellana podría haber elegido cualquier otra secuencia de
sonidos para el significado que se corresponde con la secuencia C-L-I-M-A, pero
una vez que dicho vínculo se ha consolidado, la combinación ha de perdurar. No
es posible legislar sobre el uso de la lengua.
Mutabilidad del signo
Sin embargo, con el tiempo, la lengua y sus signos, cambian.
Aparecen así, lentamente, modificaciones en los vínculos entre significantes y
significados. Los significados antiguos se especifican, se agregan nuevos o se
clasifican de modo diferente. Por ejemplo la palabra "ratón" adquiere
un significado distinto en relación a las computadoras, en este caso, dos
vínculos entre significado y significante coexisten simultáneamente.
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